Que paren el ritmo y el tono de las
olas
que el mar me ha dejado en la playa una
cosita.
Es una ranita que me llama,
del otro lado de una charca.
Maltrecha y débil pero viva.
Hago una instancia
para coger su mano.
Tiendo un puente entre dos corazones,
echo un lazo a sus labios.
Y cabalgamos por la llanura,
no se donde he encontrado esta llanura.
Y nos metemos en una casa de una
pradera
para verle los ojos un buen rato
hasta la noche.
Y darme cuenta durante un segundo,
que no estoy solo.
Y volver a darte mi amor
´de mi para ti
´y para ti de todos.
Y borrar las huellas de todo,
para guardar el secreto.
Y mirarle a los ojos a la muerte,
cosa que ya había visto fugazmente.
Para pagar al contado la aventura,
y el amor.
Y de repente veo pasar las luces,
y a toda velocidad las calles.
Unos labios me hacen el boca a boca.
Tratando de acompañarme de nuevo.
Pero ya no tengo energía.
Tratan de reanimarme,
y yo solo quiero descansar,
y olvidar.
NACER
Nacer es insolidario
es un crimen contra
los habitantes de la nada
Por eso los bien nacidos
dentro de un margen
vuelven a sus orígenes.
Como un ladrón o un asesino,
al que una intima necesidad
de redimirse de culpa,
les hace volver,
al lugar del crimen
