Los métodos empleados para devolver la
violencia tanto física, como verbal e intelectual, por las
religiones dominantes, empleando cada una su sistema dejan mucho que
desear.
En mi opinión la intención del
conflicto debería ser el empate, dentro de un animal, en su mitad
social, como el hombre. Y en su mitad individual debería ser la
ganancia del mejor y por consecuencia mas apto.
Los modos de actuar de las religiones
en este sentido dejan cada uno bastante que desear o son bastante
traicioneros, pretendiendo estar siempre en algun tipo de
superioridad intelectual o moral, para controlar al individuo no al
arma.
La visión Judía para resolver este
conflicto individual, es la igualdad moral con el adversario,
permanente. Con lo que el no desahogar las situaciones excéntricas
produce una voluntad de ir hacia ellas para desahogar la necesidad de
expandirse en todos los territorios morales posibles. Es decir
consiste en que acabas poniendose uno en superioridad moral o en
inferioridad según coincida, o estés habituado.Pero eso si
controlas las violencias con armas parecidas.
La visión Budista de devolver la
violencia el amor con maltrato y el maltrato con amor, es para
controlar al individuo. Pero trata de controlar a un individuo que
tiene un arma o una capacidad de violencia física, moral o
intelectual muy superior. Es como cuando un maestro de artes
marciales golpea una tabla con mucha dureza con mucha fuerza y esta
es demasiado dura. Y en sentido inverso cuando un maestro en lucha
amenaza a un niño cariñoso, que quiere entrar en el “juego” de
la lucha, fingiendo para que este se sienta protegido y deje de
portarse mal. Es buena para cuando hay armas pequeñas o un cierto
equilibrio.
En las practicas de lucha tenemos que
pensar que tenemos que provocar las situaciones de conflicto, de
forma artificial, por esto nunca se le consigue dar un aspecto igual
a la realidad. Y muy a menudo lo importante no lo enseña el hacer
esto.
La visión Cristiana de una permanente
indolencia, que va acumulando violencia en nuestro interior, para
devolverla al final con nuestra destrucción, total o en parte, con
un enorme sentimiento de culpa en el agresor, que lo destruya. Además
el afán de venganza por parte de tu entorno acabaría ajustando las
cuentas. Esto implica ser indiferente, e incluso ignorante del
peligro, con lo que no se utiliza el miedo como energía para pensar,
con lo que resulta provocante de autodestrucción. Esto implica
controlar las violencias mas extremas no las pequeñas.
La visión Musulmana de la violencia es
también como la Cristiana bastante traicionera, ya explique que este
carácter se busca para estar siempre en superioridad. Nunca se
consigue. Esta modo Musulmán de devolver la violencia, es no tener
termino medio. En la vida normal no tener en cuenta la violencia y
buscar la paz. En los ataques pequeños que te hacen hacerse el mayor
daño posible. Y en el golpe final, es decir la agresión en sentido
contrario, morir con tu adversario, con la violencia provocada por ti
mismo y acumulada. Siendo a la vez en este ultimo acto victima y
vengador. Como dos personas que tienen que sobrevivir juntos en el
desierto y su mata relación los mata a los dos, de forma
autodestructiva.
Por eso uno debe escoger su método
como escoge su arma según la situación sea de igualdad, ligera
superioridad o enorme superioridad , estas ultimas tuyas o ajenas.
En el boxeo se practica todo esto. Yo
no se boxear. Se practica con indiferencia a tus golpes (sombra), Con
superioridad (Punch, creo que se llama), con inferioridad (saco). Y
ademas hay otros dos modos modos de controlar los golpes: Apartarse,
y poner algo duro y poco vulnerable, es decir que no tenga mucha
capacidad de sufrimiento. En estos dos últimos modos, no te
defiendes solo por ti. Esta bastante claro entonces que el carácter
teatral del boxeo, junto con ser un ensayo de conflicto personal, le
hace tener en su seno unos golpes y defensas con flecos sociales.
El carácter social de una especie,
defiende a esta de un modo individual como especie, frente a otras
especies, en mi opinión.
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